domingo, 28 de abril de 2013

Acerca de metrópolis y vida mental

Antes de dormir, es el momento más individual que poseemos y ya estamos pensando la hora en la que debemos despertar al día siguiente, si tenemos completo el dinero para trasladarnos, para la alimentación y, por consecuencia repetimos el proceso de preocuparnos por conseguir más dinero, en cumplir las responsabilidades que hemos asumido; con el objetivo, más claro en algunos casos, de sobrevivir, lo que de seguro marcará la agenda de nuestra cotidianidad y de nuestras relaciones. Las imágenes de los sueños, pronto se confunden con el ajetreo que desde el despertar se manifiesta en las metrópolis, el baño, el rápido desayuno, la puntualidad impuesta, así como, las condiciones del sistema de transporte, viajar a la velocidad que el tráfico establece, perder la individualidad en un proceso caudaloso de encontrarse con otros sujetos en la experiencia del traslado a sus destinos, cual ganado al matadero, dentro de las cercas que la vía más expedita establece, las múltiples imágenes allanan el camino de un día que estará definido por los acertados comportamientos en cada una de las relaciones y en cada uno de los sucesos; la familia, la pareja, las amistades, el trabajo, la academia, la política, los medios de comunicación, la religión, la economía, entre otros medios de relaciones, influenciarán nuestro modo de socializar e impondrán las preocupaciones que antes de dormir, marcarán nuestras próximas agendas. 

De la servidumbre moderna (documental)

“La servidumbre moderna es una servidumbre voluntaria, consentida por esos esclavos que se arrastran por la faz de la tierra. Ellos mismos compran las mercancías que los esclavizan cada vez más. Ellos mismos procuran un trabajo cada vez más alienante que se les otorga si demuestran estar lo suficientemente amansados. Ellos mismos eligen los amos a los que deberán obedecer. Para que esta tragedia absurda pueda tener lugar, ha sido necesario despojar a esa clase de la conciencia de su explotación y de su alienación. He ahí la extraña modernidad de nuestra época. Al igual que los esclavos de la antigüedad, que los siervos de la Edad Media y que los obreros de las primeras revoluciones industriales, estamos hoy en día frente a una clase totalmente esclavizada, pero que no lo sabe o más bien no lo quiere saber. Ellos ignoran la rebelión, que debería ser la única reacción legitima de los explotados. Ellos aceptan sin discutir la vida lamentable que se planeó para ellos. La renuncia y la resignación son la fuente de su desgracia.” 

Un documental de Jean-François Brient sobre la servidumbre moderna y el sistema mercantil totalitario donde tod@s vivimos.